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Hace unas semanas, un estudio de IBM mostraba que aunque hay empresas que han sustituido a personas por IA, o muchas que han integrado la inteligencia industrial para sacar delante muchas tareas, en la experiencia, muchos jefes confiesan que sus IA no hacen lo que se prórroga de ellas. Ahora otro nuevo estudio alerta a las empresas de no apresurarse a usar IA sin tener más conocimiento al respecto.
Dos economistas han hecho un estudio para la Oficina Nacional de Investigación Económica en Dinamarca, que vincula el uso de la IA con los registros corporativos en entidades danesas, para concluir que ni la productividad ni el parquedad es poco de lo que presumir. La investigación ha comprobado que, en promedio, los empleados ahorraron un 3% de su tiempo, mientras que sólo entre el 3% y el 7% de sus ganancias de productividad se revirtieron en un aumento salarial.

"Examinamos los posesiones de los chatbots de IA en el mercado gremial mediante dos encuestas de admisión a gran escalera (finales de 2023 y 2024) que abarcan 11 ocupaciones (25.000 trabajadores, 7.000 lugares de trabajo)". Lo que han conocido, entre muchas cosas, positivas y negativas, es que "los impactos económicos siguen siendo mínimos".
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Incluso hay que destacar que se centraron en profesiones que, de acuerdo a diversas investigaciones, corren más riesgos de que alguna IA acapare parte de sus tareas y les haga perder su empleo.
Según los investigadores: contables, especialistas en atención al cliente, asesores financieros, profesionales de fortuna humanos (ya hemos conocido cómo la IA ha irrumpido en los procesos de selección), especialistas en soporte informático, periodistas, profesionales del derecho, profesionales del marketing, oficinistas, desarrolladores de software y profesores.
Todo se ha analizado en Dinamarca "un país cuyas tasas de admisión de IA, así como sus prácticas de contratación y despido, son similares a las de EE. UU., pero donde el registro de datos es mucho más detallado".
Los investigadores afirman que: "Nuestros hallazgos desafían las narrativas de una inminente transformación del mercado gremial oportuno a la IA generativa". Y es que, una de sus principales conclusiones es que, hasta ahora, los chatbots de IA no han tenido un impacto significativo en los ingresos ni en las horas registradas en ninguna ocupación, con intervalos de confianza que descartan posesiones superiores al 1%.
"Las modestas ganancias de productividad (parquedad de tiempo promedio del 3%), combinadas con una débil transmisión salarial, ayudan a explicar estos posesiones limitados en el mercado gremial", ha explicado los economistas Anders Humlum y Emilie Vestergaard en el documento de trabajo de la Oficina Franquista de Investigación Económica publicado esta semana.

Por otro flanco, algunos profesionales que sí logaron hacer tu trabajo de una guisa más eficaz, no vieron impacto alguno en su situación gremial: "algunos ahorraron más tiempo, pero no obtuvieron mejores salarios, ya que solo entre el 3% y el 7% de las ganancias de productividad se trasladaron a sus salarios".
En otras palabras, si adecuadamente no detectaron un desplazamiento masivo de trabajadores humanos, siquiera observaron una transformación en la productividad ni mejoras para los supertrabajadores que utilizan IA.
Para los investigadores, de hecho "resulta sorprendente que la admisión de chatbots de IA por parte de los trabajadores haya tenido posesiones tan limitados en los salarios, y que las inversiones de los empleadores parezcan aumentar la repercusión en los ingresos".
Adicionalmente, han conocido que si adecuadamente los chatbots pueden dosificar tiempo en tareas existentes, estos ahorros podrían no aumentar la productividad en tareas marginales a menos que los empleadores todavía adopten las herramientas. Incluso, afirman, su estudio muestra que los trabajadores en entornos fomentados están mejor capacitados para contraer más trabajo en respuesta al uso de chatbots.
En segundo punto, incluso si la productividad aumenta, los usuarios de chatbots de IA pueden estar mal posicionados para negociar un salario más stop cuando los empleadores no respaldan las herramientas. La admisión a menudo ocurre sin la billete de la administración.

Los investigadores han explicado a Fortune que "quizás ahorre tiempo redactando un correo electrónico con un maniquí de estilo extenso, lo que me ahorra tiempo, pero la pregunta esencia es: ¿en qué utilizo ese parquedad de tiempo?", "¿estoy transformando la tarea insignificante en una tarea productiva?".
Los trabajadores del estudio destinaron más del 80% de su tiempo ahorrado a otras tareas laborales (menos del 10% afirmó tomar más descansos o tiempo redimido), incluyendo nuevas tareas creadas por el uso de la IA, como la publicación de textos generados por IA o, incluso, los profesores lo usaron para adaptar exámenes para asegurar que los estudiantes no utilicen la IA para hacer trampa (un gran lucha para el sector educativo).
Imagen | Foto de Mohamed Nohassi en Unsplash
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