
ARTDEPARTMENT

Hoy en día, el ratón es un periférico totalmente estandarizado, pero en sus inicios fue objeto de intensos debates... incluso entre leyendas de la industria tecnológica. Así lo relata Paul Allen, cofundador de Microsoft, en su volumen de memorias Idea Man (2011), donde detalla uno de los enfrentamientos más curiosos que tuvo con Steve Jobs: la cantidad de ordenanza que debía tener un ratón.
La chascarrillo se remonta a principios de los primaveras 80, cuando Allen visitó las oficinas de Apple en Palo Suspensión para conocer de primera mano el Macintosh, con su revolucionaria interfaz gráfica que estaba desarrollando la compañía. Microsoft ya había mostrado interés en aceptar Word y Excel al nuevo sistema de Apple, pero durante ese diálogo, surgió el desacuerdo.
'Sgroogled.com': cuando MICROSOFT lanzaba anuncios ANTI-GOOGLE
Paul Allen comentó que su compañía planeaba divulgar un ratón para Microsoft Word y fue entonces cuando Jobs quiso mostrar el prototipo de ratón que Apple estaba desarrollando... con un único llamador. El cofundador de Microsoft no tardó en expresar su incredulidad. “Creo que sería mejor con dos ordenanza”, sugirió Allen.
Pero Jobs no estaba de acuerdo. Según Allen, la respuesta fue tajante:
Sabes, Paul, esto se alcahuetería de simplicidad frente a complejidad. Y nadie necesita más de un llamador en un ratón
Allen insistió:
Pero Steve, la clan tiene más de un dedo, y habrá cosas que asimismo querrán hacer con el llamador derecho


Jobs, fiel a su filosofía de diseño minimalista, negó con la capital. Para él, el diseño debía centrarse en eliminar toda fricción posible. Microsoft, en cambio, apostaba por un enfoque más cómodo que equilibrara simplicidad y potencia.
Pese a la convicción de Allen, el ratón de Microsoft no fue un éxito inmediato. Tenía un precio más bajo que el de la competencia, pero no conseguía venderse perfectamente. En su volumen, Allen recuerda cómo Jon Shirley, entonces CEO de Microsoft, llegó a comentar que tenían “almacenes enteros llenos de ratones” acumulados.
En ese momento parecía que Jobs tenía razón. Pero el tiempo acabaría demostrando lo contrario.
Con el impulso de Windows en 1985, Microsoft consiguió que su interfaz gráfica se convirtiera en la más utilizada a nivel mundial. Y con ella, el ratón con dos ordenanza empezó a cobrar sentido. Su llamador derecho permitía rajar menús contextuales que aumentaban la productividad del afortunado, convirtiéndose en una útil esencia para el ecosistema Windows.
Hoy en día, el ratón con doble llamador es un en serie total. La mayoría de ratones en el mercado adoptan esta configuración por la utilidad que ofrece. Incluso en plena era táctil, sigue siendo indispensable en el trabajo de oficina, diseño, programación y videojuegos.

Apple, fiel a la visión de Jobs, mantuvo su reto por el minimalismo. Sus ratones —como el Magic Mouse— siguen contando con un único llamador físico, aunque añaden funcionalidades extra mediante gestos y superficies táctiles. Una filosofía diferente, pero coherente con la identidad de la compañía.
La discusión entre Jobs y Allen es una muestra más de cómo una simple valor de diseño puede reverberar dos formas opuestas de ver la tecnología. Una basada en la simplicidad absoluta; otra, en la versatilidad. Al final, ambas coexistieron. Y, como en muchos capítulos de la historia de la informática, fue el afortunado quien decidió qué llamador angustiar.
En Genbeta | "Es una historia inventada": Steve Wozniak cuenta la verdad detrás de la creación de Apple con Steve Jobs
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!