Las personas con este apellido están siendo castigadas por los ordenadores de la forma más extraña posible

En el panorama internacional hay apellidos que pueden resultar extraños por su escasa frecuencia. Algunos son difíciles de pronunciar o escribir, pero hay uno en particular que puede suscitar un auténtico caos digital: Null.

En el mundo de la informática, el término null se utiliza para indicar que poco no tiene valencia, que está malogrado o que es inexistente. Por eso, cuando alguno se apellida "Null", se enfrenta a un conflicto constante con formularios, bases de datos, reservas online y otros sistemas automatizados que interpretan su patronímico como un campo malogrado o amañado.

Hay apellidos que son infiernos digitales

Un ejemplo claro es el de Nontra Null, una diseñadora de ropa que casi no puede asistir a la boda de su amiga por problemas en el consulado según The Wall Street Journal. Al introducir su patronímico en el sistema, el formulario se bloqueaba, incapaz de procesarlo. Como resultado, su visado se retrasó más de lo esperado. Para evitar futuros problemas, Nontra ha tenido que acogerse a trucos como incluir un guion en su patronímico o usar el de soltera para poder registrarse en sistemas digitales.

Poco similar le ocurrió al meteorólogo Jan Null como recoge IGN, que no pudo completar una reserva de hotel por internet. El sistema interpretaba su patronímico como un campo malogrado, impidiendo el proceso de confirmación. Todo por una simple palabra con significado técnico.

Para entender la raíz del problema, hay que remontarse a los abriles 60, cuando un informático britano acuñó el uso del término null para representar la partida de valencia en una variable. En aquel momento, nadie pensó que algún día habría personas con ese patronímico verdadero que verían su vida burocrática convertida en una pesadilla.

De esta forma, si en un formulario se introduce este valencia el código que hay por detrás va a interpretar que no hay ningún valencia. La posibilidad pasaría por anexar un signo que separe la palabra con el objetivo de que el sistema le de un valencia concreto.

Según datos de la web Forebears, aproximadamente 56.119 personas en el mundo se apellidan Null, siendo Estados Unidos el país donde es más frecuente. En España, hay 153 personas registradas con este patronímico.

Pero el problema va más allá de los nombres. En 2018, el propietario de un coche con matrícula "NULL" fue multado con 35 dólares por una infracción de aparcamiento. El definitivo drama comenzó posteriormente: al sistema de tráfico le pareció buena idea asociar todas las multas sin matrícula válida a ese mismo "NULL", y el dueño del transporte empezó a percibir cientos de sanciones que no le correspondían.

Este tipo de errores demuestra que, aunque los sistemas informáticos han liberal mucho, aún queda camino por recorrer en lo que respecta al tratamiento de nombres, apellidos y otros datos sensibles. Para los apellidados Null, la modernidad digital sigue siendo un dominio plagado de trampas.

Los sistemas han ido evolucionando en los últimos abriles para poder evitar 'null' como un término que pueda indicar esta descuido de valencia, tal y como afirmó un responsable de Microsoft a The Wall Street Journal. Pero de momento hay algunas compañías que son reacias a poner al día sus sistemas.

Imágenes | Jakub Żerdzicki

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