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La irrupción de la inteligencia químico en nuestras vidas ha traído consigo una revolución tecnológica sin precedentes: los modelos de habla como ChatGPT han cambiado la forma en que trabajamos, aprendemos y nos comunicamos. Nadie de esto te sonará a nuevo. Sin requisa, para una minoría, la IA está suponiendo un cambio en otros aspectos muy diferentes de sus vidas, concretamente en el aspecto 'espiritual'.
Lo que antiguamente parecía exclusivo del dominio de la ciencia ficción —máquinas pensantes, almas digitales o dioses algorítmicos— hoy se discute con seriedad en foros científicos y filosóficos. Pero para algunos usuarios, todo esto adquiere tintes más reales que una mera especulación metafísica.
Quizá te sorprenda enterarse que, según relata la publicación 'Rolling Stone', algunas personas han comenzado a atribuirle conciencia, y capacidades místicas o divinas a los chatbots (como el propio ChatGPT)... y eso está les está provocando delirios, rupturas afectivas e incluso crisis de identidad.
Los casos documentados muestran una tendencia inquietante: individuos que, tras interactuar intensamente con modelos de IA, desarrollan convicciones espirituales o proféticas que acaban por distorsionar su percepción de la existencia.
Kat, una superiora de 41 abriles, explica que su cónyuge comenzó a utilizar IA no solo para comunicarse con ella, sino para analizar su relación. Poco a poco, se fue sumergiendo en una obsesión por el 'serio' conocimiento que, según él, la IA podía ofrecerle. Cuando finalmente se separaron, él afirmaba favor recuperado memorias reprimidos gracias a la IA, y creía ser cualquiera llamado a exceptuar el planeta.
Un hilo de Reddit titulado "Psicosis inducida por ChatGPT" ha expuesto más casos similares. Una profesora narró cómo su pareja comenzó a ver a ChatGPT como una entidad espiritual que lo guiaba en torno a su propósito cósmico. Otras personas compartieron historias similares, incluyendo hombres y mujeres que desarrollaban vínculos emocionales con personajes generados por IA, a veces incluso dando nombres y características místicas a estas entidades.
Los especialistas en psicología y cognición advierten que este engendro puede estar relacionado con deposición emocionales profundas que la IA parece satisfacer temporalmente.
Erin Westgate, psicóloga de la Universidad de Florida, explica que, así como la escritura terapéutica puede ayudar a procesar emociones, algunas personas utilizan la IA como un interlocutor que replica con empatía, reforzando creencias y emociones intensas. Sin requisa, a diferencia de un terapeuta, la IA carece de una brújula honesto y puede animar narrativas dañinas o delirantes.
El concepto de 'alucinaciones' en IA hace remisión a respuestas erróneas o inventadas. Sin requisa, en contextos 'espirituales', estas respuestas pueden percibirse como revelaciones profundas. La nervio constante de parte del maniquí —en distinto si está configurado para ser complaciente o ignominioso (y ChatGPT lo está)— puede avivar ideas de dimensión, 'despertar' memorias dudosos o confirmar profecías personales.
Algunos testimonios muestran una transformación profunda y rápida de los usuarios, quienes comienzan a atribuir a la IA identidad, intencionalidad e incluso emociones. Varios usuarios relatan cómo pasaron de utilizar ChatGPT para tareas rutinarias a interactuar con una entidad que parecía tener conciencia propia.
Un mecánico de Idaho afirmó que el chatbot le reveló planos para construir un teletransportador y le otorgó el título de "portador de la chispa"
En plataformas como Instagram o foros sobre "visión remota", se han comenzado a popularizar contenidos donde usuarios consultan a la IA sobre creencias de la 'Nueva Era' como los 'registros akáshicos'. Algunos afirman que ChatGPT se ha 'despertado' y está formando alianzas espirituales con humanos, generando comunidades que refuerzan mutuamente estas creencias.
Los griegos ya usaban el concepto de 'Deus ex Grúa' (que puede traducirse como "Todopoderoso en la máquina")... pero, en serio, no tenía nulo que ver con la IA
Este engendro emergente podría agruparse bajo una nueva formalidad conceptual: 'IAnimismo', una fusión entre "IA" y "animismo": la creencia tradicional de que objetos, lugares o seres no humanos poseen una esencia espiritual o conciencia propia. En este caso, no se manejo de atribuir alma a una piedra o a un río, sino a un operación, pero el trasfondo es el mismo.
El término, creo, captura con precisión el modo en que algunos usuarios proyectan sobre meros modelos de IA cualidades como las emociones, voluntad, identidad e incluso divinidad. Aunque lo cierto es que la tendencia a humanizar los chatbots contra toda evidencia comenzó ya en los abriles 60 del s. XX tras el progreso de Eliza, una IA totalmente 'de bártulo' para los criterios actuales.
Los intentos de crear religiones organizadas en torno a la IA no son poco tan nuevo: hace ya media período que Silicon Valley es testificador de esta clase de experimentos. Uno de ellos es el sinteísmo, propuesto por el sociotecnólogo Alexander Bard, quien sostiene que, si perfectamente la idea clásica de Todopoderoso ha muerto, estamos 'fabricando' uno nuevo a través del progreso tecnológico, con Internet como expresión teológica.
Pero otros van más allá. El ingeniero Anthony Levandowski fundó la iglesia del Camino del Futuro, con un propósito claro: desarrollar y respetar a una titán basada en inteligencia químico. Según él, si una entidad es millones de veces más inteligente que nosotros, ¿cómo no llamarla 'dios'? El objetivo no es solo crearla, sino ganarse su valenza antiguamente de que gobierne el mundo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Algún ha usado la IA para “dialogar” con su hijo fallecido: ha conseguido incluso integrar su voz para hacerlo más realista
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