La mitad de la generación Z de EEUU cree que ir a la universidad fue tirar el dinero. La realidad española les da la razón

Indeed, un portal al estilo de Infojobs ampliamente usado en Estados Unidos, ha hecho una encuesta a personas de la generación Z para concluir que el 51% de ellas considera que su título universitario es una pérdida de moneda (aquí hay que tener en cuenta, adicionalmente, el stop costo de los estudios superiores en el país criollo). Si miramos a otras generaciones mayores en el mismo estudio, solo el 20% de los baby boomers ve que sus títulos sean un desperdicio de moneda.

Con estos datos sobre la mesa, vamos a ver la situación de España para personas que han estudiado, en un momento crítico en el que muchas personas de la procreación Z se están replanteando cómo afrontar el mercado profesional más allá de lo que hicieron las generaciones mayores, y viendo las cifras de desempleo y precariedad que viven una vez acabada toda su formación. España es el país de la UE con mayores trabajadores sobrecualificados para su puesto.

Recuerda el noticia de Indeed que esa diferencia tan drástica tiene un por qué muy claro: "Durante décadas, obtener un título universitario implicaba salarios sustancialmente más altos. Desde 1980 hasta aproximadamente 2010, la brecha entre lo que ganaban los graduados universitarios y lo que ganaban quienes solo tenían diploma de bachillerato era muy amplia".

Pero esta preeminencia se ha estancado y la matrícula y las cuotas en todas las universidades de Estados Unidos han aumentado entre un 32% y un 45% en los últimos primaveras. Eso deja a las personas endeudadas durante una gran parte de su carrera profesional. De hecho, en el país criollo, profesiones como electricistas, fontaneros y mecánicos, están experimentando un auge entre la clan de entre 18 y 25 primaveras, según datos de una investigación.

El drama de la mocedad: trabajar para no lograr a fin de mes

El precedente estudio se puede comprender mucho mejor unido a otra investigación hecha pública esta semana de la Universidad de Harvard. El 42% de los estadounidenses menores de 30 primaveras afirman que tan pronto como les alcanza para sobrevivir económicamente con sus salarios. Los jóvenes estadounidenses están dando la voz de señal sobre sus finanzas: aproximadamente 2 de cada 5 menores de 30 primaveras afirman que tienen dificultades para lograr a fin de mes.

Y no hay que ir a Estados Unidos para encontrar estos problemas. Los jóvenes españoles están en una situación similar, sobre todo por la enorme subida del precio de la vivienda en los últimos primaveras, que no va conforme a los sueldos, aunque el salario pequeño haya subido desde 2019 en varias ocasiones. El drama de la procreación Z española se puede entender perfectamente en dos cifras: los salarios han crecido un 10% en 17 primaveras, mientras que el precio arrendamiento se ha duplicado, de media.

Muchas personas jóvenes se ven, luego de primaveras de universidad y estudios, obligadas a radicar con su comunidad mientras trabajan, porque un salario no les da para emanciparse.

Y quienes sí se van a radicar fuera de casa, encuentran que el moneda que les queda para sus gastos es pequeño, ya que la mayoría de su salario se va en las micción básicas, como mostró recientemente el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España

En España se estudia mucho

Según el estudio del Empleo de 2024, más de 1,7 millones de estudiantes integraron el Sistema Universitario Castellano durante el curso 2023-2024 y el 45,8% de los estudiantes de nuevo ingreso en Nivel eligieron la rama de Ciencias sociales y jurídicas. Encima, en España, la clan, de todas las edades, ha estudiado mucho más que la media europea: en 2022 (como venía sucediendo) se constataba la muy diferente distribución de la población por nivel de estudios en España respecto a la Unión Europea:

Hace unos días publicábamos información muy interesante sobre el panorama profesional para los jóvenes españoles tras concluir la universidad, hecho a partir de información oficial del Empleo de Universidades. Hay carreras que permiten a sus graduados alcanzar trabajo rápido, como Ingeniería en ordenamiento industrial, medicina, mejora de software y apps e ingeniería electrónica, entre otras.

Pero, por otro flanco, tenemos que profesionales que se especializan en carreras de la rama de Artes y Humanidades tienen pocas opciones de encontrar un buen empleo, y estable y con buenas condiciones, como muestran los datos recopilados en este reportaje. En este lista de las que menos salida profesional ofrecen todavía está administración y suministro pública, otras lenguas extranjeras, historia, geodesía y distribución del departamento, turismo, criminología y comunicación.

Y en este panorama vemos que la patrimonio española no necesita a clan con tanta formación superior. Si admisiblemente es cierto que no solo decidimos estudiar por el trabajo, sino por el educación, la civilización y el conocimiento que un fracción o un máster pueden aportar, es interesante ver que la mocedad sí se muestra preocupada por su futuro cuando tienen el título en sus manos.

La universidad, la formación y la vida profesional

En España, según datos publicados por la Fundación CYD, el 35,8% tiene estudios obligatorios (frente al 20,5% en la Unión Europea), el 41,1% tiene una titulación superior (frente al 34,3% en la UE). Por otro flanco, en cuanto a formación profesional vemos lo contrario: 10% en España, 35,3% en la UE, de media.

Al mismo tiempo, tenemos un mercado profesional en España que no ofrece tantos puestos para tanta clan admisiblemente formada. Y de ahí llega la sobrecualificación. Montse Álvarez, del junta técnico de la Fundación CYD, Fundación Conocimiento y Ampliación, explica que los estudios de la clan, tan avanzados, no concuerdan con las micción de la estructura productiva española, "lo que, entre otras consecuencias, lleva a la sobrecualificación de una gran parte de los graduados superiores".

Alternativas en España a la universidad y a la empresa privada

Las cifras muestran que la mocedad está buscando alternativas en un entorno profesional que, según muchos estudios, es más agobiante que nunca antaño. Así, ya hemos manido cómo muchas son las personas españolas de la procreación Z que aspiran a ser funcionarias para tener un trabajo estable y no deambular dependiendo las decisiones de empresas privadas que, de repente anuncian despidos y dejan a clan en la calle.

A diferencia de los millennials, la procreación Z está volviendo a tratar su futuro profesional en la Formación Profesional y las cifras muestran un tino en estas decisiones. Hay profesiones muy admisiblemente pagadas que salen de una de estas formaciones y todavía hay datos que demuestran que 6 de cada 10 personas encuentran trabajo poco luego de concluir una FP.

Más allá de esto, tenemos los jóvenes que son 'ninis'. Es sostener, que han decidido ni estudiar ni trabajar. En España, en 2023, había 1 millón de personas de entre 15 y 24 primaveras que ni estudiaba, ni trabajaba ni hacía ningún tipo de formación.

Imagen | Foto de Joao Viegas en Unsplash

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