con un Rolex de 1,3 millones y un mono brillante

Dicen que el peculio puede aparecer a cambiar de forma radical a una persona, y la sinceridad es que Mark Zuckerberg es un ejemplo de ellos. De un estilo mucho más profesional que tenía la productividad por bandera, a ser un CEO "malote" donde comenzó a priorizar el uso de cadenas de oro, ropa para mínimo permuta y relojes de incorporación serie. Todo en un deporte de acercamiento a la sociedad con el objetivo de dejar de ser tan frío. 

Y es que en estos primaveras hemos manido un Mark Zuckerberg que y ha cambiado de forma radical. Todos nos sorprendíamos al ver en su cuenta de Instagram como celebraba el cuarenta cumpleaños de su esposa: subido a un ambiente imitado a Benson Boone  cantando 'Beautiful Things'.

Un cambio radical en Mark Zuckerberg

La recital la verdad es que no tiene desperdicio. De entrar con un elegante esmoquin a rematar en el ambiente con dos asistentes que le arrancaron la ropa para revelar el simio que llevaba debajo de color zarco y preciso. Exactamente igual al de Benson Boone en la gala de los premios Grammy.

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A partir de aquí trató de imitar exactamente lo que hizo Boone como por ejemplo subirse al piano. Aunque no se atrevió a descender dando una voltereta, sino con un solo brinco.

Pero este cambio de prototipo no es el único que nos ha dejado Zuckerberg. Las fiestas en su casa ya son más habituales tras tratar de salir de su burbuja y acercarse mucho más al conocido de las redes sociales. Seguramente para que se sienta que es una persona congruo sociable.

Una muestra de poder con los relojes. Adicionalmente de subir al ambiente a cabriolar, incluso se ha manido como Zuckerberg está explorando el estilo por los relojes de incorporación serie. En este mismo cumpleaños podíamos ver como en su muñeca contaba con el Rolex Cosmograph referencia 6269 que tiene un precio que ronda los 1,3 millones de dólares.

Este es un cronómetro positivamente exclusivo en el mundo de la orfebrería al haberse fabricado en los primaveras 80 y solo entre ocho y diez unidades. Y es que sus materiales no son para menos: 44 diamantes de talla brillante y 240 diamantes en la esfera.

Pero aunque Zuckerberg parece que quiere parecer que todo está proporcionadamente en su vida, la sinceridad es que la compañía que dirige no está pasando por buenos momentos. Tanto por despidos de su plantilla o incluso una declive del bono salarial, vemos que el ámbito en Meta ahora mismo no tiene que ser el mejor del mundo. Aunque al menos su CEO alcahuetería de dar una imagen completamente contraria.

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