es un grave problema para el mercado laboral

España actuó como un país de acogida para muchos ciudadanos rumanos a principios de este siglo. Poco que respondía a la mala situación económica que vivía Rumania y que provocaba que emigraran a España donde encontraban un mejor panorama (pese a los muchos problemas que había). Ahora estos ciudadanos están regresando a su país y ya se está viendo el problema que generará.

Para poder ver esta desplazamiento en cifras, en Rumania se registró una bajada en el número de habitantes entre 2010 y 2013 de dos millones de personas. Una población que se fue a España, Italia o Alemania a despabilarse trabajo. En el caso de España, el INE apunta a que la comunidad rumana fue la más numerosa en 2012, con 798.970 personas. Seguido de cerca por la comunidad marroquí.

La marcha de los rumanos ya provoca un problema en el sector de la construcción

De estas casi 800.000 personas que había de la comunidad rumana en nuestro país, en 2024 los datos apuntan a que quedan 620.463 personas Una tendencia muy acusada que alega a este retorno a su país y que está provocando importantes problemas en el mundo sindical.

Estos ciudadanos en Rumanía en su mayoría se dedicaban a la construcción y la agricultura. De allí marchaban por la gran cantidad de paro, y en España encontraron una oportunidad en estos mismos sectores. Incluso les llegamos a formar para que fueran trabajadores cualificados en la obra. De esta modo, comenzaron a encontrar trabajo y nosotros tuvimos mano de obra de calidad.

Todo cambia con las mejoras en las condiciones de Rumanía. En los últimos abriles hemos manido como las reformas que han hecho diferentes gobiernos han generado brotes verdes en una crematística que quedó hundida tras la caída de la URSS. Por otra parte, incluso ha entrado en la OTAN o en la UE, haciendo que el país escaso de hace unos abriles vaya progresando.

En cifras este crecimiento es claro. Rumania ha pasado de tener un PIB en 1990 de 13.313 dólares, y en 2023 ya superaba los 31.000 dólares. Poco que está provocando que la multitud regrese a sus hogares en Rumania, generando una tendencia en el flujo migratorio que está dejando puestos libres en nuestro país.

El sector de la construcción registra ya una escasez de mano de obra que se va acusando, porque casi todos estos ciudadanos eran albañiles, fontaneros o electricistas. Ahora hay que despabilarse el reemplazo en una sociedad donde las nuevas generaciones no se sienten atraídas por el trabajo del campo y siquiera por el de la construcción, que sin duda es muy sacrificado físicamente.

Vía | Xataka

Imágenes | aboodi vesakaran

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