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El inicio de un nuevo año es tiempo de consejo, renovación y especulación desenfrenada sobre las maravillas, o el nuevo abismo, que puede deparar el futuro. En ningún otro punto brota con tanto fulgor esta mezcla de ansiedad y evangelismo tecnológico como en el CES. A partir de mañana, 7 de enero, el desmesurado armario tech de consumo se abalanza sobre Las Vegas, trayendo consigo un torbellino de alboroto sobre los aparatos y dispositivos más novedosos. Y sí, seguro que todos ellos estarán repletos de funciones de IA. Es probable que te pidan que te pongas muchos de ellos, así que prepárate.
La inteligencia fabricado dominó el CES, como lo hizo con las demás facetas de nuestra civilización durante los últimos dos primaveras. Un tsunami de tecnología de IA irrumpió en las costas de la tirada pasada, y aunque las aguas se han calmado un poco desde entonces, la tormenta de expectativa en torno a las promesas de la inteligencia fabricado seguirá aumentando. "No junto a duda de que veremos wearables o dispositivos para sobrellevar puestos con IA entre la multitud de proveedores que acudirán al CES, pero no creo que sea poco similar a lo que vimos el año pasado, en el que había un montón de hardware dedicado a la IA", afirma Jitesh Ubrani, director de investigación de la firma de estudio IDC. Sugiere que más adecuadamente será la IA la que se incorpore a los dispositivos existentes o sea una característica adicional en punto de la única cosa para la que sirve.
Transmitido que la decano parte del saco del auge coetáneo de la IA va a detener a los depredadores de la industria: OpenAI, Google, Meta y sus modelos de lengua maduros y adecuadamente entrenados, las startups que quieren competir se están centrando más en la capa física de la experiencia del usufructuario. "No vas a añadir ningún valencia creando tu propio maniquí de IA, así que el posterior paso es implementar la IA. La forma más factible de hacerlo es con algún tipo de hardware", comenta Anshel Sag, analista principal de Moor Insights and Strategy.
Vimos muchos de estos dispositivos impulsados por IA en 2024. Todos mostraban una variedad de casos de uso, pero en su mayoría seguían siendo solo "moldes" para utilizar la IA en dispositivos que no era un smartphone o computadora. Algunos de ellos tenían licencias de modelos como ChatGPT, mientras que otros utilizaban software a medida para potenciar sus interacciones; entreambos caminos eran igual de complicados. Dispositivos como Humane AI Pin y Rabbit R1 iniciaron la tendencia, aunque al final resultaron decepcionantes. El collar Friend, con el que se interactúa a través de una aplicación móvil, terminó envuelto en una polémica por ser un dispositivo con un micrófono que siempre está escuchando. Otros han insinuado ambiciones mayores, como el pin Plaud.AI, que por ahora resume tus reuniones, pero que con el tiempo podría acoger instrucciones para asistir a ellas por ti.
Aún quedan muchos más dispositivos dedicados a la IA por asistir. Algunos podrían ser efectos, y otros se apoyan en interacciones de inteligencia fabricado solo para parecer progresistas o despertar interés. Sea cual sea el tipo de dispositivo, el CES será el punto en el que se los pondrán, los atarán, los deslizarán y los engancharán, veremos el première de nuevos collares, antiparras, pins y, por supuesto, audífonos. Perdí la cuenta de todas las empresas que nos han ofrecido un demostración de sus audífonos de IA diseñados especialmente para interactuar con chatbots similares a Her. Incluso hay juguetes sexuales, pero les ahorraré el contenido de esos correos.
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