Llevaba años perdiendo tiempo abriendo el Administrador de Tareas. Hasta que conocí este trucazo en Windows 11

A pesar de que no empezó con buen pie, Windows 11 ha viejo añadiendo funciones asaz bártulos. Si correctamente muchas han sido trasladadas de Windows 10, hay otras tantas que nos pueden venir muy correctamente en determinados momentos.

En este artículo te contamos un pequeño truco que te vendrá muy correctamente para poder finalizar la tarea de cualquier proceso sin privación de ir al Administrador de tareas. Bajo estas líneas te contamos cómo hacerlo.

Finalizar un proceso sin rajar el Administrador de tareas

El Administrador de tareas se ha convertido a lo amplio de las últimas décadas en nuestro más útil asociado. Adicionalmente de ver los procesos que tenemos en segundo plano, podemos ver el rendimiento de nuestros componentes en tiempo positivo, las aplicaciones que se abren al inicio de Windows, y mucho más.

Si poco no nos funciona debidamente, podemos finalizar la tarea desde esta misma útil, muy útil para cuando una aplicación no acaba reaccionando y tenemos que cortar el mal desde la raíz.

Sin secuestro, en Windows 11, Microsoft añadió una función a la mostrador de tareas para que no tengamos que rajar una y otra vez el Administrador de tareas para finalizar procesos. Y es que esta función nos permite finalizar cualquier proceso haciendo clic derecho en el icono de la aplicación o software de la mostrador de tareas y pulsando sobre ‘Finalizar tarea’.

Esta función no se encuentra habilitada por defecto, por lo que tendremos que hacerlo nosotros. Para ello debemos ir al menú de Configuración de Windows (Tecla de Windows + I) y navegar hasta Sistema > Para programadores. Una vez aquí debemos activar el interruptor de ‘Finalizar tarea’.

Cuando tengamos la función activada, podremos finalizar la tarea directamente desde la mostrador de tareas sin privación de rajar el Administrador de tareas. Es importante subrayar que esta opción solamente deberíamos utilizarla para cuando una aplicación no responda y no podamos cerrarla como lo hacemos asiduamente. De esta forma, Windows cerrará el proceso de raíz y podremos abrirlo nuevamente si éste se ha quedado colgado.

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