
ARTDEPARTMENT

El soporte de actualizaciones de seguridad por parte de Microsoft para Windows 10 va tocando a su fin. Los usuarios tienen hasta octubre de 2025 para seguir optando por estas actualizaciones en sus versiones para el hogar. A pesar de que todavía hay alternativas para perdurar Windows 10 con sus actualizaciones pasada esa data, Microsoft va poco a poco cerrando el telón del que sigue siendo, casi 10 abriles a posteriori de su impulso, el sistema activo de PC más utilizado.
A los usuarios les cuesta despegarse de esta interpretación, sobre todo teniendo en cuenta que Windows 11 está dando más quebraderos de comienzo de la cuenta, incluso en su última aggiornamento 24H2. No obstante, a pesar de todo lo que ha cumplido Microsoft con Windows 10, aún hay un aspecto que no ha cambiado demasiado tras casi 10 abriles de cambio: la inconsistencia de sus menús. Y es que Windows 10 sigue siendo casi el mismo sistema activo con aires de Frankenstein.
La inconsistencia de la interfaz en Windows 10 se debe a varias razones que reflejan decisiones de diseño, limitaciones técnicas y un enfoque evolutivo en torno a el incremento de este sistema activo. Por un costado, no hay que olvidar que Windows 10 viene de un conjunto de versiones de Windows en las que sus componentes se han ido acoplando para asegurar la anciano compatibilidad posible con el software y hardware antiguos.


En Windows 10 podemos encontrar en muchos de sus rincones paneles de control clásicos que coexisten con las configuraciones modernas y aplicaciones "legacy" con interfaces basadas en tecnologías más antiguas como Win32. El querer ser tan compatible con el resto de versiones de Windows es ya marca de la casa, sin confiscación todavía se alcahuetería de una maldición en cuanto a jerigonza visual e interfaces se refiere, ya que es una placa que le impide seguir avanzando en este sentido.
Desde el impulso de Windows 10, Microsoft fue implementando gradualmente Fluent Design, un nuevo jerigonza visual para su sistema activo que se alejaba profundamente de los menús por los que era conocido Windows en la era de Windows 7 y anteriores versiones. Si adecuadamente algunos menús y aplicaciones se actualizaron rápidamente, otros tantos rincones del sistema quedaron rezagados. Y es que áreas menos visibles del sistema no siempre reciben prioridad para ser rediseñadas, y como el jerigonza visual era tan diferente a lo que Microsoft utilizaba hasta entonces, las diferencias se notaban mucho más.


Conexo a ello, junto a destacar por otra parte que Windows 10 fue diseñado para ser compatible con una variedad de dispositivos (PC, tabletas, híbridos, etc.), lo que complicaba la creación de una experiencia uniforme. Adicionalmente, comenzaron a aparecer las aplicaciones UWP, con un diseño diferente al software tradicional Win32.
Desde hace un tiempo, Microsoft ha recogido un enfoque modular para el incremento de sus sistemas operativos. Esto significa que hay algunos apartados que se actualizan antaño que otros, por lo que aquellos principios menos utilizados permanecen sin cambios durante muchos abriles.

Traducir este jerigonza visual a todos los rincones del sistema activo todavía es especialmente complicado cuando hay una presión en presencia de la retrocompatibilidad detrás. La insistencia en perdurar compatibilidad en torno a detrás limita el rediseño completo de componentes antiguos. Muchas empresas y usuarios dependen de aplicaciones que solo funcionan con ciertas interfaces heredadas, lo que obliga a perdurar partes "clásicas" del diseño.


Hay que tener en cuenta por otra parte que la comunidad de usuarios de Windows es extremadamente diversa. Algunas personas prefieren interfaces clásicas, mientras que otras desean cambios más modernos y actualizados. Algunos de los ejemplos de esta inconsistencia es el acontecer mantenido el Panel de control incluso cuando hay un menú específico desde Windows 10 orientado a encontrar todas las opciones de configuración del sistema.
Hay otros rediseños que simplemente salen mal, como el caso de los menús contextuales de Windows 11, que arruinan la experiencia al esconder opciones bártulos y tener que hacer un clic adicional para verlas todas. Asimismo están las aplicaciones como Paint o WordPad, las cuales su diseño sigue siendo casi idéntico en Windows 10 que en anteriores versiones.
Casi 10 abriles a posteriori, Microsoft no ha sabido trasladar al completo su nuevo jerigonza visual a Windows 10, y estos síntomas todavía se han trasladado en Windows 11, donde el sistema activo ahora goza con otro estilo de interfaces más elegante y minimalista a Windows 10, pero que sigue ofreciendo menús ‘old school’.
En Genbeta | El soporte de Windows 10 acaba en 2025. Pero estas dos versiones tendrán hasta siete abriles más de soporte sin acreditar más
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!