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Elon Musk es una figura que polariza opiniones: para algunos es un carácter quimérico; para otros, un patrón con prácticas controvertidas. Sin confiscación, quienes han trabajado estrechamente con él describen un estilo de liderazgo único que desafía las normas tradicionales de las grandes corporaciones. Andrej Karpathy, exdirector de IA y visión computacional en Tesla (y cofundador de dicha compañía), pasó cinco abriles trabajando directamente con Musk.
"Es difícil describir lo único que es", afirma Karpathy. Pero lo intenta: según sus propias palabras, Musk representa un estilo de liderazgo que no se ajusta a los moldes tradicionales, pero que es precisamente el que ha permitido a Tesla redefinir sectores como el automotriz y el aeroespacial.
En unas recientes declaraciones, este antiguo colaborador explicó qué hace a Musk tan diverso y cómo su estilo personal moldea las dinámicas en el interior de Tesla.
Una de las principales observaciones de Karpathy paseo en torno al empaque de Musk en suministrar equipos pequeños y enormemente especializados. Según Karpathy, mientras que muchas empresas tienden a crecer en tamaño y burocracia, Musk actúa como un contrapeso constante a esa tendencia.
Todo lo cual, hay que reconocerlo, es perfectamente coherente con DOGE, su gran plan en el próximo gobierno de Trump.
"En Tesla, prácticamente tenía que suplicarle cada vez que había que contratar a cierto", relata Karpathy. Encima, Musk no duda en despedir a empleados que no cumplan con sus estándares, una política que puede parecer dura, pero que a su motivo resulta fundamental para suministrar la agilidad y la eficiencia en una empresa que escudriñamiento innovar constantemente.
El rechazo a la burocracia incluso se manifiesta en su inquina a los gerentes intermedios no técnicos: Musk prefiere que los ingenieros, y no los administradores, sean la fuente principal de información y toma de decisiones. Esta filosofía asegura que las prioridades de la empresa se mantengan alineadas con sus objetivos técnicos.
"No le gusta el estancamiento". Otro aspecto distintivo del liderazgo de Musk es su insistencia en un círculo de trabajo dinámico, en el que los empleados estén comprometidos en la resolución de problemas, lo que lo ha llevado a suprimir reuniones grandes e innecesarias y a animar a los empleados a abjurar aquellas en las que no estén contribuyendo activamente.
Esto contrasta con las prácticas habituales en grandes empresas de Silicon Valley que, según Karpathy, tienden a "mimar" a sus empleados con comodidades superficiales que no siempre se traducen en una veterano productividad.
A diferencia de muchos ejecutivos que delegan la mayoría de las decisiones en altos directivos, Musk tiene un contacto directo y constante con los ingenieros y equipos técnicos. Según Karpathy, Musk pasa cerca del 50% de su tiempo interactuando con los equipos de ingeniería, poco poco popular para un CEO.
Su cercanía le permite entender en profundidad los desafíos técnicos y asaltar los cuellos de botella de guisa inmediata
Karpathy llega a poner el ejemplo de que si un equipo se enfrenta a la error de GPUs, Musk no duda en contactar directamente con proveedores esencia para solucionar el problema... aunque eso suponga aldabear directamente al CEO de Nvidia. Este nivel de implicación asegura que las decisiones estratégicas se basen en información técnica precisa, en empleo de suceder por múltiples capas de gobierno.
El estilo de Musk incluso tiene sus críticos, claro. Sobre todo por su optimismo extremo... o, más aceptablemente, su tendencia a prometer objetivos demasiado ambiciosos, como vehículos completamente autónomos capaces de cruzar Estados Unidos sin intervención humana, ha generado desconfianza. A pesar de tener conseguido avances significativos, Tesla no ha conseguido cumplir estas metas en los plazos establecidos.
Sin confiscación, afirma que la obsesión de Musk por la prosperidad continua es lo que permite que Tesla siga siendo un líder en tecnologías avanzadas de conducción asistida.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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