la mejor inteligencia artificial del año no llega a España

OpenAI ha celebrado hoy su tercer día profesional consecutivo de lanzamientos navideños. Los de Sam Altman han anunciado hoy la disponibilidad pública de Sora, la inteligencia sintético de gestación de vídeos que lo cambió todo en su presentación el 15 de febrero de 2024.

OpenAI prometió un divulgación comercial para finales de año, y han esperado hasta última hora para mostrar su potencial. Y no defrauda, pese a que la competencia (especialmente china) ha legado pasos de hércules. Sin retención, vuelven las malas noticiario para la inteligencia sintético en Europa: Sora no llegará (de momento) a los países de la UE

OpenAI no se la juega tras el corte a ChatGPT en Italia

No, por mucho que busques, España no sale en la cinta. Los países latinoamericanos sí.

En la cinta de países a los que llegará Sora no están presentes ni los Estados miembros de la UE, ni en países como Cuba, China, Rusia, Siria, Venezuela o Irán. OpenAI no ha explicado por el momento los motivos, pero siendo Europa un mercado con bienes para avalar por Sora en muchas empresas y proyectos, el caso no hace más que memorar a otros como el de Apple, que no ha audaz Apple Intelligence aquí de momento. O a Meta AI, cuando en Latinoamérica y Estados Unidos tiene perfecta integración con WhatsApp, por ejemplo.

Hasta ahora, OpenAI ha traído prácticamente todos sus modelos a la Unión Europea en el momento de su divulgación universal, pero con Sora no se la juegan. A desliz de explicaciones, la tónica de las empresas está siendo ir con pies de plomo para evitar problemas regulatorios, pues hay que memorar que la estatuto comunitaria en inteligencia sintético es la más estricta en la contemporaneidad.

El uso de Sora, adicionalmente de la polémica con los datos de su entrenamiento (que puso en aprietos a la mismísima Mira Murati, antigua CTO de OpenAI), abre nuevos horizontes sobre lo que podremos hacer con una inteligencia sintético, y es ordinario que por el momento quieran evitar sustos.

OpenAI deba lecciones al resto de compañías tecnológicas que retrasaban mucho sus lanzamientos en Europa, pero la startup ya vivió en sus propias "carnes" los problemas de la protección de datos: Italia llegó a prohibir ChatGPT con sensación inmediato, para luego retornar gracias a medidas implementadas por OpenAI.

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