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Elon Musk tiene un frente reglamentario descubierto con OpenAI y su dirigente Sam Altman. Ahora, el magnate, dueño de X, ha decidido ampliar el procedimiento jurídico que tiene en marcha contra la empresa de inteligencia industrial incluyendo a Microsoft en el proceso.
Paralelamente a esta referéndum, han surgido nuevos detalles sobre la relación entre los dos hombres. Ayer publicamos información novedosa al respecto y hoy vamos con otra parte de la acusación.
Hace unos meses, Elon Musk se embarcó en una batalla reglamentario contra OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT que ayudó a fundar con Sam Altman y Greg Brockman. En 2015, el trío se unió para crear inteligencia industrial “en beneficio de la humanidad”, y OpenAI tuvo que seguir siendo una entidad sin fines de rendimiento para ello. Pero esta no es la dirección que está tomando OpenAI, y Elon Musk no lo acepta, aunque renunció a su trabazón directiva en 2018.
La demanda se ha ampliado para incluir al cofundador de LinkedIn y miembro de la trabazón directiva de Microsoft, Reid Hoffman, en las demandas. El documento que detalla el asunto tiene ahora 107 páginas y contiene informaciones interesantes sobre la forma en que Sam Altman supuestamente movió los hilos para manipular a Elon Musk.
Se dice que Sam Altman presentó el esquema original como una estructura sin fines de rendimiento a Elon Musk, para motivarlo a alterar millones de dólares en él. “Para convencer a Musk de su sinceridad, Altman prometió alterar personalmente y contribuir financieramente de modo significativa a la estructura sin fines de rendimiento. Sin confiscación, más tarde se reveló que Altman había sobrestimado significativamente sus contribuciones financieras reales, que eran muy inferiores a lo que había prometido inicialmente”, detalla el documento. Es sostener, que Musk dio menos plata del que Altman esperaba.
Según la información filtrada, para motivar definitivamente a Elon Musk a alterar masivamente, en junio de 2015 habría formulado la famosa promesa de "crear la primera IA caudillo y utilizarla para el empoderamiento" de las personas. "La tecnología sería propiedad de la fundación y se utilizaría “para el correctamente del mundo".
Junto a memorar que OpenAI se presentó públicamente el 11 de diciembre de 2015. En ese momento, Elon Musk era copresidente de su trabazón directiva adyacente a Sam Altman, mientras que Greg Brockman era su director técnico. El nombre de Elon Musk, al ser el más conocido, fue ampliamente destacado para darle peso al esquema.
Durante los primeros primaveras de OpenAI, el documento estipula que el multimillonario contribuyó en gran medida a financiar “el inquilinato y los costes operativos” de la estructura, adicionalmente de aportar su experiencia técnica y trabajar para alistar expertos en el campo de la IA. En total, serían un total de 44 millones de dólares los que Elon Musk habría invertido para que OpenAI pudiera competir con DeepMind, el esquema de Google".
El multimillonario afirma que los ejecutivos de OpenAI lo marginaron deliberadamente para variar la estructura sin fines de rendimiento en un negocio fructífero con el fin de atraer miles de millones de dólares en inversiones, incluso de Microsoft. Elon Musk denuncia una traición al espíritu original del esquema, todo realizado en secreto, sin consultar a los donantes como él.
La denuncia de Elon Musk continúa diciendo que Sam Altman y Greg Brockman comenzaron a trabajar para variar OpenAI en una empresa lucrativa a partir de 2017, mientras seguían haciendo creer al multimillonario que tenían la intención de continuar con el status sin talante de rendimiento.
A principios de 2019, Sam Altman se convirtió en director ejecutante de OpenAI. Las acusaciones de Elon Musk van aún más allá, ya que el multimillonario acusa a Microsoft de acontecer formado una alianza con OpenAI para monopolizar el mercado de la inteligencia industrial. Microsoft habría concedido a OpenAI paso exclusivo a sus infraestructuras informáticas, creando así un desequilibrio competitivo en detrimento de otros actores del sector. Una logística que, según el dirigente de Tesla, va en contra de la competencia partidario. “Como resultado de sus acciones ilegales, los acusados se enriquecieron injustamente con cientos de miles de millones de dólares, mientras que Elon Musk fue estafado, adyacente con el divulgado”, resume el documento jurídico.
Imagen | Flickr
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