El Congreso ha aprobado una nueva ley para acabar con llamadas spam y las reseñas falsas. La gran duda es si esta vez será la buena

El Congreso ha legado luz verde a la nueva Ley de Servicios de Atención a la Clientela, impulsada por el Profesión de Derechos Sociales, Consumo y Memorándum 2030 que dirige Pablo Bustinfuy. El Gobierno la presenta como un "hito histórico" en protección al consumidor, al ser la primera norma dedicada en monopolio a regular cómo deben atender las empresas a sus clientes. Sin confiscación, la ley llega tras primaveras de polémicas, retrasos y un historial en el que medidas parecidas no han rematado frenar las prácticas con las que pretende zanjar.

Esta vez, ¿sí?. Desde 2023 las llamadas spam están prohibidas, pero las empresas han seguido amparándose en consentimientos ambiguos (aprobación de cookies, condiciones antiguas, cláusulas escondidas) para seguir llamando. La nueva ley introduce poco más tangible: las compañías deberán usar un prefijo específico para llamadas comerciales y otro diferente para atención al cliente. Serán las operadoras quienes tendrán la obligación de incomunicar cualquier emplazamiento comercial que no utilice ese código.

Sí, pero. Como recogía Xataka, el Plan Franquista de Numeración deberá adaptarse para incorporar estos prefijos, poco que no es inmediato. Otro asunto irresoluto son las llamadas que entran desde el extranjero simulando un número castellano. El Gobierno dijo hace meses estar trabajando en ello, pero sigue sin concretar cómo va a frenar esta habilidad que se usa masivamente en fraudes y spam.

Adiós de los contratos durante llamadas no consentidas. Serán nulos automáticamente, con el objetio someter presiones comerciales y malos usos. ¿Lo malo? Será difícil demostrar si una emplazamiento fue o no consentida si la empresa alega que hubo permiso previo.

Renovaciones automáticas más transparentes. La norma aprobada establece que las compañías tendrán que dar un aviso al menos 15 días antiguamente de la renovación de un acuerdo o de suscripción, y deberá ofrecerse una forma clara de no continuar o darnos de disminución.

Gastos de mandato ocultos. La ley asimismo aborda este asunto tan polémico de las compras online. A partir de ahora, el precio deberá mostrarse completo desde el principio, para que el coste no se infle al final del proceso. 

La efectividad dependerá del control efectivo que ejerza Consumo. El Gobierno asimismo va a por las reseñas falsas (más problemáticas, si junto a, en la era de la IA). "La compraventa de reseñas ya está prohibida", recuerdan. Pero hay un cambio: "solo se podrán anunciar reseñas en los 30 días posteriores a que se haya comprado un producto o disfrutado de un servicio".

Más transparencia en algoritmos. El Gobierno asimismo incluye un apartado para esclarecer qué hay detrás de los precios y anuncios personalizados. Va en la diámetro europea de exigir explicaciones sobre el tratamiento automatizado, pero todavía error memorizar qué nivel de detalle tendrán que ofrecer las empresas y cómo se comprobará que no utilizan parámetros discriminatorios.

¿Adiós? a las llamadas eternas. Las empresas tendrán que atender el 95% de las llamadas en menos de 3 minutos y no podrán derivar en monopolio a sistemas automáticos o IA, poco que comenzaba a producir un consumición enorme de tiempo en muchas comunicaciones a distancia. 

La ley avanza ahora al Senado antiguamente de su aprobación definitiva, pero lo efectivamente complicado, tras todos estos primaveras, será la puesta en habilidad. Las llamadas ya se prohibieron, y le ley no funcionó. Esta vez la norma es más concreta. Descuido comprobar si asimismo será más efectiva. Por otra parte, una cosa son llamadas spam y otras llamadas de timos (como el de la emplazamiento de Amazon, Indeed o Infojobs).

Imagen | Marcos Merino con IA

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