La construcción en España necesita juventud en sus filas pero no lo logra. Los veteranos saben que las condiciones ya no atraen

Ya hemos manido en Genbeta que la construcción en España vive un momento extraño y es que mientras hace falta construir más, hay un problemón: no hay profesionales que las hagan. El sector perdió cerca de un millón de trabajadores a raíz de la crisis de 2008, y nunca se recuperaron.  Y los empresarios del sector se quejan de forma continua que la inexperiencia ya no quiere trabajar como albañil. 

Eso lleva a que sea una profesión con una mano de obra especialmente envejecida. Según los datos de la Fundación Laboral de la Construcción, hasta 149.000 trabajadores de la construcción en España tienen más de 60 abriles, y 164.000 menos de 30. 

El pasado mes de mayo, el Lado de España ha emprendedor un interesante crónica sobre la situación del mercado gremial en España y el panorama financiero. Una de las conclusiones es que "aumenta el porcentaje de empresas que declaran que la desliz de mano de obra limita su actividad". Uno de estos sectores que más está sufriendo la desliz de empleados es el de la construcción.

Dicho estudio recordaba que la escasez de trabajadores es especialmente marcada en hostelería y en construcción, donde el 64% y el 56% de las empresas, respectivamente, declaran hallarse afectadas por la desliz de mano de obra.

Los obreros construyen cosas que no pueden pagarse

José Luis Ruiz es un encargado de obra en Zaragoza, tiene 62 abriles y ha transmitido una entrevista a El Español. Él explica que, efectivamente, hay una enorme escasez de trabajadores jóvenes que prefieren muchos otros sectores pero además enfatiza en cómo hace abriles los sueldos de los obreros eran grandes incentivos frente a los ingresos de otros sectores administrativos y eso ya no siempre es así. 

"Ese estímulo hoy ya no existe. Hay concurrencia trabajando en la construcción por 1.100 y 1.200 euros”, explica el hombre que además dice que en su profesión la concurrencia trabaja por construir espacios que luego ellos mismos no llegarían a comprarse fácilmente. Y eso, añade el hombre, se trabazón con el parada coste de la vida. 

Igualmente recuerda que es un trabajo físcamente muy duro. Cuando él era adolescente y llegaba la retribución a final de mes sentía que todo ese esfuerzo compensaba, pero cree que los salarios destinados a los jóvenes que comienzan ya no dan para hacer frente a la vida. 

La pasada semana, el Barómetro del Observatorio Industrial de la Construcción, publicaba que, con respecto a septiembre del año pasado, se inscribieron 2.547 compañías más, lo que se traduce a un aumento de empresas de la construcción de 1,8%. Adicionalmente, el número de contratos registrados por las empresas del sector de la construcción en el mes de septiembre fue de 81.753, lo que supuso un aumento respecto al mes precursor del 56,3% y del 6,2% en la variación anual, según los datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo (Sepe) y que recoge el Observatorio Industrial de la Construcción en su Barómetro.

Cerca de mencionar aquí que el sueldo medio de los encargados sí es parada en España, lo que, una vez más, lleva a la brecha generacional de la que mucho se ha estado analizando hace poco, que lleva a que la concurrencia adolescente vaya perdiendo poder adquisitivo frente a generaciones mayores. 

El papel de la población migrante

Es la población inmigrante la que está ayudando a que este problema no sea aún longevo y es que entre finales de 2019 y finales de 2024, en torno a un 76% de todos los puestos de trabajo creados en España han sido ocupados por personas nacidas fuera del país. 

Y esos puestos de trabajo que se han concentrado, con singular intensidad, en aquellos sectores donde las empresas han tenido unas mayores dificultades para encontrar mano de obra.

Y además recogimos que es la población inmigrante la que está ayudando a que este problema no sea aún longevo y es que entre finales de 2019 y finales de 2024, muchos de los puestos de trabajo creados en España han sido ocupados por personas nacidas fuera del país. Y esos puestos de trabajo se han concentrado, con singular intensidad, en aquellos sectores donde las empresas han tenido unas mayores dificultades para encontrar mano de obra.

Pero hay que tener en cuenta que no es porque las condiciones sean buenas. Según el mencionado crónica, por la condición (residir en otros país, remotamente de la comunidad, no es sencillo) o por la dificultad de homologar los estudios de su país de origen en España, las personas inmigrantes acaban en muchas ocasiones trabajando en sectores donde los nacidos en España no quieren, según personas entrevistadas de los sectores con más presencia de inmigrantes. 

Y es ese el motivo por el que muchos se dedican a la construcción: por condición y no porque ofrezca unas buenas condiciones laborales. A este respecto, José Luis, el hombre entrevistado por El Castellano explica que la mayoría de los trabajadores, que afirma que efectivamente, muchos son extranjeros, no cuentan con la suficiente preparación para trabajar en la obra, sino que lo hacen por la condición de trabajar, no por ser profesionales del sector. 

Imagen | Foto de Scott Blake en Unsplash

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