quiere que los tribunales le reconozcan como artista

En 2022, un comediante digital llamado Jason Allen ganó la Feria Estatal de Colorado (EE.UU.) en la categoría de Artes Digitales y Fotografía con Estampado Digital. Había presentado varias obras al concurso, y una de ellas ('Theatre D'Opera Spatial') obtuvo el primer puesto. Sin bloqueo, en aquel momento no le dejaron registrar la obra ganadora, y lleva tiempo buscando que le consideren comediante.

Batalla legítimo. Al cobrar el concurso, como cualquier comediante (o persona que se considera como tal), Allen quiso registrar la obra. El problema es que la oficina de derechos de autor de Estados Unidos no lo permitió, al contener el trabajo "más de una cantidad mínima de contenido generado por inteligencia industrial". No contento con dicha consideración, Allen ha presentado una solicitud jurídico para que 'Theatre D'Opera Spatial' sea considerado arte y él un comediante, según 404media.

¿Qué es arte? En el centro del debate está si un prompt tiene creatividad detrás, y si tal cosa puede ser considerada arte. La argumentación de la solicitud no resulta especialmente sólida, aunque tendrá que ser un árbitro quien lo sentencie. Los abogados defienden que Allen "creó la imagen proporcionando cientos de indicaciones de texto iterativas [...] para ayudar a expresar su visión intelectual". Pese a demostrar ese detalle, en la oficina siguen sin otorgarle esa consideración.

Quienes están a cortesía de considerar las creaciones hechas con IA arte argumentan que es una herramienta más de creatividad, como un ordenador, un pincel, una tablet o una cámara. Quienes están en contra consideran que no tiene la intención humana por mucho que se cree o genere a guantazo de prompt.

Ya hubo debate en otros áreas en momentos "recientes de la historia": cuando apareció la fotografía, por su existencia mecánica respecto a la pintura mediante tecnología. Ahora es un debate superado, y consideramos arte una película hecha por ordenador o la ilustración digital. Hay quien sí piensa que es arte y tendrá valía futuro, y en 2018 pagó 432.500 dólares por un cuadro pintado por una máquina. Mucho antiguamente de Dall-E 2.

La secreto. Como argumenta Allen, iba buscando poco, sus prompts tenían un fin. Si él no introducía los prompts exactos no llegaría a la obra que tenía en mente. Por casos así, se argumenta que puede ser arte en el sentido de que aunque se deja en manos de la máquina el resultado final, es un resultado buscado, con intención. 

El problema, claro, es que es difícil convencer de poco así a la comunidad cientídica cuando los laboratorios de IA han usado obras artísticas, gráficas o en texto, para entrenar modelos. Y todo ello, sin abonar ni pedir permiso por usar las creaciones para entrenar modelos. Los laboratorios lo saben y ya están pagando por haberlo hecho mal: 1.500 millones de dólares en el caso de Anthropic.

Imagen | Jason Allen y captura de MidJourney

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