trabajar con niveles de estrés que son insostenibles

Sobrecarga de trabajo, escasas medidas de prevención por parte de las empresas y el estigma social que recae sobre los problemas de sanidad mental, ha hecho que España se convierta en uno de los países europeos donde más trabajadores ven su bienestar psicológico afectado por el empleo. Así lo ha revelado la última encuesta OH Pulse 2025 de la Agencia Europea para la Seguridad y la Vitalidad en el Trabajo (EU-OSHA), que sitúa a España entre los cinco países con peores indicadores de sanidad mental en el entorno gremial. 

Los datos. El 40% de los trabajadores en España señala directamente a su puesto de trabajo como la causa principal de estrés, ansiedad o depresión. Esta monograma no solo es intranquilizante por sí misma, sino que por otra parte nos coloca muy por encima de la media europea, que se sitúa en el 29%. Solo Grecia (49%), Finlandia (45%), Chipre y Polonia (con el 41%) tienen peores monograma que nuestro país. 

Los síntomas. A este cifra se suman otros síntomas y enfermedades que los trabajadores españoles relacionan con su actividad profesional. Un 45% declara sufrir sofocación generalizada, un 42% padece dolores de comienzo o pinta cansada y un 37% identifica dolores musculares o de huesos derivados de su trabajo. En todos estos indicadores, España vuelve a aventajar la media de la Unión Europea.

El problema. El mensaje de la EU-OSHA no solo pone el foco en los trabajadores, sino que asimismo señala a las empresas como una de las principales causas de esta situación. En España, el 49% de los empleados afirma estar expuesto a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo, frente al 44% de la media europea.

Adicionalmente, las empresas españolas se sitúan a la posaderas en la implementación de medidas preventivas y en la consulta a sus plantillas sobre riesgos psicosociales. Solo el 34% de los empleados españoles afirma que sus empresas tienen en cuenta sus opiniones sobre las enfermedades mentales, un porcentaje muy alejado del 45% de la media europea y a primaveras luz de países como Alemania, donde el 65% de los trabajadores sí se siente escuchado.

Esta desliz de civilización preventiva y de diálogo en las empresas españolas agrava los problemas de sanidad mental y contribuye a que se acaben volviendo crónicos. La Estructura Mundial de la Vitalidad (OMS), en sus 'Directrices sobre salud mental en el trabajo', insiste en la importancia de que los empleadores creen un entorno gremial seguro y saludable que proteja y promueva el bienestar psicológico de sus trabajadores.

El estigma. El real problema que existe en este momento es el gran estigma que existe en el ámbito social y profesional frente a los problemas de sanidad mental. El miedo a que revelar un problema de este tipo pueda afectar negativamente a la carrera profesional es una creencia extendida en toda Europa, pero en España este temor es aún viejo. 

El 54% de los trabajadores españoles cree que charlar sobre su sanidad mental en el trabajo podría perjudicarles, un porcentaje que supera la media europea del 48%. Este miedo es especialmente pronunciado entre los empleados más jóvenes y aquellos con empleos más precarios, lo que aumenta su vulnerabilidad.

La desliz de camino a servicios de apoyo psicológico en el entorno gremial no hace más que empeorar la situación. En España, solo el 28% de los encuestados asegura tener camino a este tipo de capital en su empresa, frente al 40% de la media europea. En este aspecto, países como Finlandia, con un 78% de empresas que ofrecen asesoramiento en sanidad mental, marcan el camino a seguir.

Bajas médicas. El hecho de no preocuparse por estos temas no sale para nadie ganga, porque la consecuencia de tener una gran cantidad de estrés y no hacer nadie para arreglarlo nos expone a un aumento de bajas por problemas mentales. Y no es poco nuevo, ya que el 'Estudio sobre Salud Mental 2024' de AXA (a desliz de la publicación del de 2025) ya advertía de este molesto problema. Y es que sobre todo la pandemia marcó un antiguamente y un posteriormente, con un incremento del 72% en las bajas por motivos psicológicos y psiquiátricos, una tendencia que no ha hecho más que consolidarse.

Este aumento de las bajas médicas no solo tiene un coste humano, sino asimismo crematístico, y pone de manifiesto la emergencia de que las empresas españolas se tomen en serio la sanidad mental de sus trabajadores. Cambiar en prevención, fomentar una civilización de diálogo y apoyo y eliminar el estigma asociado a los problemas de sanidad mental no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino asimismo una aprieto para avalar la sostenibilidad y la productividad del tejido empresarial castellano.

Imágenes | Christian Erfurt 

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