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TikTok hace tiempo que dejó de ser sólo un asunto 'de vídeos para jóvenes', incluso un asunto meramente empresarial. Es, sobre todo, una estancia (y no una pequeña) del tablero de tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China. Así, lo que parece una simple compraventa —por la obligación de la compañía china ByteDance de desprenderse de su división estadounidense— se ha convertido en un caso único en la historia de la caudal digital.
Porque, a diferencia de una industria o una empresa tradicional, el valencia de una red social no se limita a sus oficinas, empleados o cuentas bancarias: reside en sus algoritmos y en el objeto mundial de sus redes.
La presión comenzó en 2020, cuando la filial Trump acusó a TikTok de servir como utensilio de espionaje para Pekín. Aunque nunca presentó pruebas concluyentes, el discurso caló y, desde entonces, Washington ha buscado una alternativa para desvincular a la app de la influencia china, especialmente en lo que respecta al manejo de datos de usuarios estadounidenses.
La situación se formalizó con la aprobación de una ley —a instancias del sucesor/antecesor de Trump, y ratificada en 2025 por el Tribunal Supremo— que obliga a TikTok a agenciárselas nuevos dueños locales o cesar sus operaciones en EE.UU. El dilema es enredado: el activo principal de TikTok es su operación de recomendación, considerado por Pekín como una tecnología estratégica, casi al nivel de un secreto de Estado.
La estancia central del acuerdo entre Washington y Pekín es precisamente el futuro del operación. Para los negociadores estadounidenses, la prioridad es que la nueva TikTok en EE.UU. funcione con independencia de ByteDance, sin aventura de que los datos crucen en dirección a China. Pekín, en cambio, se resistía a ceder su "caja negra". Finalmente, se baraja una fórmula intermedia: una abuso de uso que permita a la lectura estadounidense actuar con el mismo motor algorítmico, a cambio de un suscripción a la matriz china.

Reuters informó en julio de que TikTok estaba desarrollando una lectura independiente para el mercado estadounidense, con sistema de datos separados. Por lo que sabemos ahora, estaría basado aún en la misma razonamiento de recomendaciones que el TikTok mundial. Un maniquí que recuerda al de Douyin, la lectura de TikTok monopolio para China continental.
No obstante, persiste la duda: ¿será igual de efectivo un operación eventual del flujo mundial de datos? Parte de la hechizo de TikTok está en la mezcla planetaria de tendencias, poco que podría perderse si los usuarios estadounidenses quedan confinados en un ecosistema cerrado.
Más allá del operación, China conserva un as bajo la manga: la convocatoria "energía de oro". Se tráfico de una billete mínima pero con derechos especiales en ByteDance, que otorga al Estado chino capacidad de veto y supervisión sobre decisiones secreto.
Gracias a este mecanismo, Pekín garantiza que ningún movimiento importante de la compañía pueda escapar a su control, incluso en escenarios de liquidación parcial o acuerdos internacionales. En la maña, asegura que su convocatoria 'soberanía tecnológica' no se diluya.
Entre los potenciales compradores de la 'porción estadounidense' de TikTok, el nombre que más resuena es Oracle. La compañía texana, cofundada por Larry Ellison (quien acaba de aventajar a Elon Musk como el hombre más rico del mundo), ya gestiona desde 2022 parte del almacenamiento de datos de TikTok.

Su relación con Trump —estrecha, y no 'hecha trizas' como la de Trump con Musk— y su experiencia tecnológica la colocan en la primera fila de la operación. De hecho, las acciones de Oracle subieron más de un 5% tras anunciarse el principio de acuerdo.
Como dijo Trump al presentar el acuerdo, "los jóvenes estarán encantados". La pregunta es si la nueva 'lectura estadounidense' de TikTok seguirá siendo igual de adictiva
No estará sola: firmas de inversión como Susquehanna International Group, Común Atlantic, KKR y Silver Lake suenan como socios del consorcio que tomaría el control. La billete de ByteDance quedaría limitada y nunca mayoritaria, en cumplimiento con la ley estadounidense.
Otros actores han mostrado interés. El creador de contenidos Mr. Beast asegura activo presentado una ofrecimiento conexo a socios; Amazon igualmente tanteó la operación, aunque su propuesta fue considerada insuficiente. Incluso Microsoft ha sido presentada como una opción por la prensa estadounidense, en ocasiones como posible asociado de Oracle.
Por supuesto, la disputa por TikTok no es un episodio eventual. Forma parte de un tablero maduro donde se entrelazan chips, datos y hegemonía digital. Mientras se cerraba el ámbito de negociación, el regulador chino anunció una investigación antimonopolio sobre Nvidia, en lo que muchos interpretan como una advertencia: China igualmente puede pegar a gigantes estadounidenses en sectores críticos.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Los creadores de vídeo están dando la espalda masivamente a CapCut, la app de impresión de vídeo de TikTok, tras sus últimos cambios
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