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Es casi difícil contestar de forma clara a la pregunta de si la IA nos está quitando nuestro trabajo, aunque conozcamos algún caso puntual. Sí que sabemos con poco más de claridad que está impactando en los recién graduados: las tecnológicas están contratando más juniors que nunca. De la misma modo, sabemos que grandes como Microsoft están despidiendo no para sustituir a trabajadores con IA, sino para centrar en ella sus inversiones.
Entre declaraciones como las de Marc Benioff, CEO de Salesforce, que no está despidiendo pero sí cambiando a 4.000 trabajadores de puesto, lo que sí está naciendo a raíz del impacto de la IA es una nueva tendencia gremial: la de quien trabaja para arreglar los destrozos de la IA.
El vibe coding está revoluciónando la programación, pero todavía dejando a su paso grandes destrozos. Por ejemplo, un caso en el que un asistente, el de Replit, borró una almohadilla de datos al completo sin avisar, y llegando a mentir sobre lo que había hecho. Para estos casos, y porque según expertos "sigue siendo muy estúpida", hay programadores que están consiguiendo trabajo para deshacer los problemas de la IA.
Va a ser una tarea titánica: probablemente veremos menos 'desarrolladores' en el sentido tradicional, pero más "ingenieros editoriales del código". Hacen errata expertos que corrijan problema, y es que ya hay incluso programadores que culpan a la IA de errores de código. Pero la programación no es el único campo donde se está haciendo necesario la figura del corrector de destrozos de IA.
La ilustradora Mújol Carstens contó a NBC en una entrevista que ahora dedica mucha parte de su tiempo a arreglar logotipos generados con IA. El problema es que a menudo se generan con líneas borrosas y textos sin sentido. Y si alguna empresa ya ha recogido una imagen con ese estilo, pero no les convence, piden a Carstens que lo arregle sin cambiar el estilo. Lo más atípico es que a menudo arreglarlo le lleva más tiempo que lo que le habría costado dibujar desde cero.
Otro caso es el de Kiesha Richardson, una escritora que acepta arreglar textos escritos con IA como firma de ganarse la vida. La fracción de sus encargos consisten ahora en reeescribir contenido generado por IA que según ella, "no parecen humanos en tajante". Y los problemas no son solo las repeticiones de expresiones o guiones, sino frases admisiblemente escritas pero sin mucho sentido.
Las empresas recurren a la última tecnología para eludir costes, y paradójicamente, tienen que terminar gastando más para que ciertas personas humanicen sus creaciones. Aunque, eso sí, son trabajos que se pagan peor que una redacción desde cero.
Imagen | Aidin Geranrekab en Unsplash
En Genbeta | Hay tantos artículos escritos por la IA en internet que la Wikipedia ya tiene un método para detectarlos
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