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Apple prepara el emanación de un buscador en rasgo impulsado por inteligencia fabricado (IA) que se integrará a Siri, Safari y Spotlight, según un reporte de Bloomberg. La nueva útil podría negociar con tecnología de Google, empresa que desde hace varios abriles mantiene un acuerdo con el fabricante del iPhone para preinstalar sus aplicaciones de búsqueda en los dispositivos de la marca.
El documentación, firmado por el periodista especializado en tecnología Mark Gurman, indica que el sistema se conoce internamente como World Knowledge Answers y ha sido descrito por algunos ejecutivos de Apple como un “motor de respuestas”, cuyo emanación está previsto para la primavera del próximo año.
Parte del plan de Apple consiste en soportar la interpretación LLM de Siri a la web para “capturar y sintetizar datos de múltiples fuentes”, según un nuevo reporte.
La propuesta buscaría competir de guisa directa con las funciones de búsqueda en rasgo de Perplexity y OpenAI. Asimismo, permitiría a Siri compendiar la distancia con asistentes como Gemini, Copilot y ChatGPT en la carrera por liderar los productos de IA de uso militar.
Gurman detalla que la útil de búsqueda operaría con una interfaz capaz de procesar texto, imágenes, video y puntos de interés locales. Adicionalmente, respondería a las consultas de los usuarios mediante resúmenes generados con IA, optimizando la precisión y competencia de los resultados entregados por Siri.
El reporte sugiere que esta característica podría fundamentarse en una interpretación personalizada de la tecnología que Google emplea en funciones como Overviews. “Ambas compañías llegaron a un acuerdo formal esta semana para que Apple evalúe y pruebe un maniquí de IA desarrollado por Google con el objetivo de blindar su asistente de voz”, señala.
El exposición de este buscador sería parte fundamental de la esperada renovación de Siri que, por dificultades técnicas, se ha retrasado y dejado a Apple rezagada en el mercado de la inteligencia fabricado.
Apple Intelligence fue presentada en junio del año pasado como una suite de herramientas que prometía alterar radicalmente el funcionamiento de Siri. Sin requisa, casi un año a posteriori, esas promesas aún no se han cumplido.
El togado descartó empujar a Google a traicionar Chrome o Android por prácticas monopólicas, pero prohibió contratos de exclusividad y ordenó compartir datos de búsquedas con competidores para acotar su dominio en internet.
Desde entonces, Siri adquirió la capacidad de replicar solicitudes escritas, adoptó un diseño renovado y una voz más natural. Estos ajustes favorecieron interacciones más fluidas y personalizadas, aunque sin ofrecer ventajas sustanciales frente a rivales como Google Gemini o Alexa+ de Amazon.
Uno de los principales problemas radica en la desliz de compatibilidad entre la interpretación tradicional de Siri y las funciones potenciadas con IA. En un inicio, Apple decidió añadir capacidades generativas al sistema existente como una forma rápida de alcanzar a la competencia, pero la logística no dio resultado.
En noviembre, Gurman adelantó que la compañía trabajaba en una interpretación más avanzadilla de Siri, con habilidades conversacionales comparables a las de ChatGPT. Este plan, identificado internamente como LLM Siri, utilizaría modelos de habla de gran tamaño desarrollados por Apple.
El objetivo sería procesar solicitudes complejas con decano agilidad y sustentar diálogos bidireccionales más naturales. Además integraría de guisa amplia la plataforma App Intents e incluiría funciones de coexistentes y compendio de texto ya presentes en Apple Intelligence.
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