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Durante más de dos décadas, Google ha sido la puerta de entrada a Internet para millones de personas en todo el mundo: una página blanca con el logotipo multicolor y una simple mostrador de búsqueda se convirtió en el símbolo universal de la red. Sin requisa, esa forma de inquirir está a punto de decidir detrás: el Modo IA de Google ya está empezando a implementarse y promete variar la experiencia digital como nunca ayer.
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Hasta ahora, inquirir en Google significaba percibir una directorio de enlaces ordenados por relevancia. Esa dinámica, que muchos considerábamos 'la forma en que funcionan los buscadores', empezó a tambalearse con la presentación de los AI Overviews, resúmenes generados por IA que aparecían en la parte superior de la página.

Hemos pasado de esto...
El favorecido podía ojear una síntesis de lo que buscaba sin penuria de cascar ningún enlace, aunque con el aventura de encontrarse con errores o "alucinaciones" de la IA.
El AI Mode da un paso más allá: al activar esta modalidad, el buscador deja de mostrar enlaces como resultado principal y pasa a entregar directamente una respuesta conversacional y contextualizada. Es proponer, Google ya no es solo un índice de la WWW, sino un interlocutor capaz de 'razonar' tus preguntas.
El gran brinco no se limita al texto. El Modo IA permite interactuar igualmente con voz, imágenes e incluso con la cámara del dispositivo móvil. De esta forma, se puede fotografiar un producto para pedir recomendaciones, dictar una consulta por voz o subir una imagen para obtener información instantánea.
Encima, la experiencia es conversacional: el sistema recuerda lo que el favorecido ha preguntado ayer, permite añadir matices, comparar resultados e incluso retomar conversaciones previas gracias al historial. Todo ello potenciado por los modelos más recientes de Google, como Gemini 2.5.

...a esto.
Entre las innovaciones más llamativas está la capacidad de desglosar preguntas en subtemas y inquirir cada uno de ellos en paralelo. Así, una consulta compleja se convierte en un conjunto de piezas que la IA procesa para ofrecer una respuesta más completa y estructurada.
Igualmente se incorporan gráficas, mapas interactivos y comparativas de productos, ampliando la forma de visualizar la información. Y como avance del futuro, Google ya prueba agentes de IA capaces de reservar mesas en restaurantes o tramitar tareas prácticas a partir de simples instrucciones de texto.

Sin requisa, hay que tener en cuenta que algunas de estas funciones están ligadas al plan de suscripción AI Extremista, con un coste mensual considerable.
Este cambio no solo afecta a los usuarios: para los creadores de contenido y medios de comunicación, el AI Mode supone un desafío enorme. Si ayer el tráfico llegaba gracias a los clics en los enlaces, ahora los usuarios podrían resolver sus dudas sin salir nunca del ecosistema de Google. Eso significa menos visitas, menos impresiones publicitarias y un cambio profundo en la heredad digital.
El debate está servido: ¿cómo se sostendrá la web abierta si los grandes buscadores concentran el llegada a la información sin redirigir a las fuentes originales? Google asegura que sigue apoyándose en contenido de calidad, pero el firmeza entre información y negocio publicitario será crucial en los próximos primaveras.
El despliegue integral del Modo IA ya está en marcha. Google ha confirmado que la función se expandía a más de 180 países, incluyendo buena parte de Hispanoamérica: Argentina, México, Colombia, Pimiento, Perú, entre otros.
Sin requisa, en la Unión Europea aún no está apto, probablemente adecuado a cuestiones regulatorias y de protección de datos. España, por ejemplo, sigue a la aplazamiento, aunque se aplazamiento que llegue en los próximos meses.
Para quienes quieran probarlo, existen varias vías:
De momento, el uso está restringido al idioma inglés, aunque Google ha prometido ampliar el soporte a otros idiomas en el corto plazo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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