Ya hay nómadas digitales en lugares afectados por su estilo de vida que se cuestionan lo que están haciendo

Los nómadas digitales de países ricos que se mudan a países del sur entero, con sus salarios altos, están afectando ciertas comunidades. No es para menos, partiendo de la colchoneta de que tienen la capacidad de subir los precios de los alquileres ya que tienen más cuartos que la población recinto. Hemos pasado casos en Portugal, en Barcelona, las Islas Canarias, Medellín en Colombia, Oaxaca en México o Bali en Indonesia donde la concurrencia ya protesta y piden medidas porque la vida se hace complicada para la concurrencia autóctona.

Adicionalmente del tema del cuartos, está que muchas veces, los nómadas digitales no llegan a integrarse en la comunidad recinto porque están de paso. Y incluso hemos recogido testimonios sobre problemas en diferentes lugares por la error de respeto a las normas locales. Por ejemplo, ya vimos que Bali abrió sus puertas a la presentación de nómadas digitales y mucha concurrencia se aprovechó creando negocios ilegales que afectan a los negocios autóctonos de personas con menos ingresos.

Hoy vamos a coger testimonios en primera persona de nómadas digitales conscientes de cómo sus actos están afectando a la comunidad que los acoge. Por ejemplo, Alex Holder ha escrito un artículo para The Guardian contando por qué está considerando irse de Lisboa tras habitar allí cinco primaveras como nómada digital.

"Caminan con arrogancia por las calles"

Ella palabra de que ve a sus pares caminar con arrogancia por las calles y de cómo su maniquí de consumo ha transformado la ciudad: "las cafeterías tradicionales (o tascas), donde uno podía tomarse un café de 60 céntimos, se transforman en relucientes locales de mármol que ofrecen brunch; estudios de yoga de marca se asientan con aires de superioridad en la planta descenso de edificios recién renovados; y salas de terapia en inglés se esconden tras una discreta señalización en zonas habitadas por teletrabajadores", explica.

La misma Holder explica que las conversaciones con otros trabajadores remotos sobre cómo ser un buen extranjero dominan las interacciones entre ellos. Se palabra de la falta de instruirse el idioma, contratar a locales, integrarse y comprar localmente. Pero ella lo que ve es que el cuartos que gastan estos nómadas digitales de países como Reino Unido o Estados Unidos no suele conservarse a las comunidades locales ya que se queda en los negocios que montan otros extranjeros.

Otro problema es que estos nómadas digitales que crean negocios en Portugal de los que la británica palabra en su artículo, sí que contratan a locales pero ofreciéndoles salarios más bajos que cuando contratan a extranjeros de países ricos, solo por el hecho de que son portugueses y hay concurrencia que ya se está quejando de este trato.

Ella reconoce que error integración en las actividades locales por parte de los nómadas digitales con los que ella comparte su vida en Lisboa, mientras que sus hábitos de consumo y negocios van cambiando las ciudades. Ella palabra de que no hacen nunca voluntariado, ni pasan tiempo con una persona decano, ni usan el transporte conocido ni leen las noticiero locales... lo que para ella es habitar desconectados de la civilización que define la vida cotidiana. "Lo cierto es que no estoy lo suficientemente integrada como para contribuir de la misma modo que recibo", explica.

Un estadounidense sobre sus compatriotas en México

En el pasado incluso recogimos el prueba de un hombre de Estados Unidos viviendo en México y criticando el comportamiento de sus compatriotas en ese país. Recordaba Nick Hilden que lleva más de 20 años viviendo en Oaxaca (y que se considera culpable, con sus artículos hablando maravillas de la vida en Puerto Escondido de muchas de las visitas que han llegado a la ciudad), que " lo extenso de los primaveras, he pasado a innumerables personas tratar el destino que visitan como si fuera un parque de atracciones. Se comportan como si las leyes y costumbres locales -por no susurrar de la integridad común- no fueran aplicables".

Comentaba Hilden que "las personas que viven en estos destinos no son empleados ni personal de eventos. Son personas normales que viven su vida, trabajan y tienen tribu. Como visitante, debes tener en cuenta que tú irás y vendrás, pero su comunidad permanecerá. Es su hogar mucho más que tu aventura" y que ve una enorme error de respeto cerca de la concurrencia recinto por muchos de estos nómadas digitales.

Personalmente, como nómada digital que llevo siendo desde hace muchos primaveras, ya he comentado que para mí, el decano combate, es el de siempre tener mucho cuidado con nuestros actos y decisiones, dejar una huella positiva en  nuestros destinos y evitar contribuir a la gentrificación, ser amables con el país que nos acoge y no fomentar el encarecimiento de la vida de los locales. Las decisiones que tomamos como individuos, aunque parezca que no, pueden afectar muchísimo al resultado final.

Imagen | Foto de David L. Espina Rincon en Unsplash

En Genbeta | La Ciudad de México es perfecta para habitar...si teletrabajas. Pero los jefes mexicanos han decidido retornar a la oficina