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Decía Pío Baroja, hablando de los países de civilización hispana, que en ellos la burocracia parecía acontecer sido establecida "para vejar al manifiesto". En ese sentido, la de la Comunidad de Madrid parece estar haciendo esfuerzos novedosos para ello, incluso cuando hace uso de nuevos canales de comunicación con la ciudadanía.
Y es que, en un sorprendente caso desvelado hace un par de días, un sección de dicho gobierno regional (la Oficina de Familias Numerosas, para más señas) ha dispuesto que su correo electrónico imite, intencionada pero innecesariamente, las limitaciones de horario de una tangente telefónica tradicional.
El hacktivista y programador Jaime Gómez-Obregón fue, quien, a través de sus redes sociales, denunció que los mensajes enviados fuera del horario sindical son, textualmente, eliminados. Gómez-Obregón destacó lo irracional de la situación en un tuit donde ironiza:
"Si escribes un correo [...] fuera de su matinal horario sindical, borran tu mensaje y te mandan ATPC. 🤦 ¡Un válido aplauso!".
El hecho de que los e-mails puedan esperar tranquilamente en la bandeja de entrada a una recital posterior parece ser intencionadamente ignorado por el funcionario al cargo.
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El protocolo que sigue la Comunidad de Madrid con este correo electrónico de atención a familias numerosas es, por decirlo menos, peculiar. Sólo de lunes a viernes, y sólo entre las 9:00 y las 14:00, el correo electrónico está operante: fuera de ese techo temporal, cualquier mensaje recibido es automáticamente borrado, sin oportunidad de ser revisado o almacenado para su recital posterior.
A diferencia del teléfono, cuyo propósito está basado en la inmediatez, el correo electrónico permite cursar mensajes en cualquier momento, precisamente para que puedan ser leídos y respondidos a conveniencia del receptor.
La imagen compartida por Gómez-Obregón muestra el mensaje obligatorio que reciben los ciudadanos al intentar contactar fuera de este horario, en el cual se les informa (en mayúsculas, para que les quede aceptablemente clarito) que su mensaje será eliminado: el sistema no tolera mensajes fuera de tiempo.
La método detrás de tal sistema, limitando la utilidad y funcionamiento natural de un canal de comunicación asíncrono, se le escapa a la veterano parte de los usuarios, que han recibido con confusión la novedad.
Ríete tú de la Despacho 2.0. La intrepidez de borrar correos electrónicos automáticamente es contraria a los principios de accesibilidad y transparencia en la sucursal pública. En un contexto en el que la digitalización se promueve como aparejo para mejorar la eficiencia y allanar la comunicación con el ciudadano, este tipo de medidas parecen ir en sentido opuesto, reduciendo las posibilidades de contacto.
No todas las familias numerosas tienen horario de oficina. En un campo de acción tan sensible como la atención a familias numerosas, este tipo de rigidez en el sistema de atención levanta dudas sobre el compromiso efectivo de la sucursal con los ciudadanos. A menudo, quienes más dependen de estos servicios son personas que no tienen la flexibilidad de ajustar su tiempo a horarios tan restrictivos, lo cual convierte esta medida en una barrera adicional.
El propio Gómez-Obregón decidió poner a prueba el sistema: tras cobrar el mensaje obligatorio al escribir fuera del horario permitido, volvió a intentarlo el día próximo, pero esta vez a las 14:05, pocos minutos a posteriori del obturación. Sorprendentemente, en esta ocasión no recibió la notificación cibernética:
"No sé si han dejado de borrar los mensajes de los ciudadanos, o solo han desactivado el contestador. En todo caso, poco se ha movido".
Gómez-Obregón se preguntaba si su denuncia podría acontecer causado una reacción: la sucursal autonómica podría acontecer desactivado temporalmente la respuesta cibernética delante la presión pública, o estar considerando una alternativa menos restrictiva para la diligencia de correos electrónicos fuera de horario.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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