así abusan miles de apps del Bluetooth para saber hasta en qué pasillo del súper estás

En muchas ocasiones se puede obtener a pensar que el móvil nos audición mientras estamos hablando. Todo porque siempre aparece un anuncio muy específico sobre el tema de conversación que se ha mantenido. Y aunque no es el móvil el que 'escuche', la cruda verdad es que existe un método mucho más sigiloso y extendido: el rastreo de reincorporación precisión en interiores a través del Bluetooth y el Wifi del móvil.

Una nueva e importante investigación liderada por científicos españoles del Instituto Imdea Networks y la Universidad Carlos III, ha desvelado el ecosistema que se esconde detrás de miles de aplicaciones que se usan a diario, tal y como recogió El País. Este estudio, que se presentará en la conferencia de privacidad PETS en Washington, demuestra cómo un permiso tan aparentemente inofensivo como el ataque al Bluetooth se convierte en una gran puerta de entrada a nuestra intimidad.

Que un móvil sepa donde estamos por la geolocalización GPS es un hecho. Pero aunque podemos obtener a pensar que al entrar en un edificio esto es poco que desaparece, aquí es donde entra la 'sortilegio' del Wifi y el Bluetooth.

Para entenderlo ponen un ejemplo existente basado en una grupo que se encuentra en un parque de atracciones. Mientras unos miembros de la grupo suben a una amor, otros esperan con el carrito debajo. Al descender, la app del parque detecta a la persona que ha esperado y le ofrece un pase rápido sin colas. ¿Cómo? Gracias a conocer su ubicación exacta por las balizas Bluetooth del parque.

El problema es cuando esto que parece tan simple lo usan las empresas desconocidas, y le dan muchos "usos misteriosos". El propio Juan Tapiador, catedrático de la Universidad Carlos III y coautor del estudio lo explica de la ulterior forma:

Esto lo puedes aplicar a cualquier historieta, como la chica que fue la clínica abortiva y luego se encontró un anuncio que la puso nerviosa.

Y es que la precisión que tienen puede dar miedo. Con estos sistemas se puede entender el tipo de látex que estás comprando en un supermercado, si te detienes en un armario concreto de la calle o incluso la sección de libros donde te quedas más tiempo mirando.

El complicado negocio de los SDK

El real responsable de este entramado de acciones que perfilan a cualquier sucesor radica en las SDK (Software Development Kits). Estos son paquetes de código prefabricados que los desarrolladores integran en sus aplicaciones para añadir funcionalidades como investigación, publicidad o notificaciones ahorrándose mucho tiempo.

El problema es que estos SDK tienen una doble cara. Uno de los investigadores, Narseo Vallina, lo explica de la ulterior forma:

Esto es un ecosistema de SDK que nadie ha estudiado [...] Detectamos 52 kits de explicación (SDKs) con funciones para escanear redes WiFi y señales Bluetooth, que se usan en casi 10.000 apps

10.000 aplicaciones que estarían usando esta función para escanear redes a su en torno a, y que ahora mismo estarían acumulando 55.000 millones de instalaciones. Adicionalmente, el 86% de las aplicaciones que usan estas balizas no solo capturan la ubicación, sino que la asocian con información personal como el ID de publicidad de cada dispositivo.

El mecanismo es simple: una pulvínulo de datos pública que tiene las coordenadas GPS de millones de balizas Bluetooth y antenas Wifi de todo el mundo. Cuando una app con uno de estos SDK a sus espaldas detecta una de estas señales cerca, puede conocer la ubicación exacta, aunque no hayas legado permiso para geolocalizarte.

La principal consecuencia de estas acciones es la publicidad hiperdirigida a lo que hayamos hecho en los últimos días. Pero los investigadores ven poco más peligroso: "Positivamente el problema más peligroso es que se te puede utilizar para identificar tus movimientos y con quién estás".

Y es que con la ubicación se pueden perfilar a los usuarios fácilmente. Se puede conocer si una persona va mucho a la iglesia, a una sauna, al psicólogo o incluso la velocidad a la que se conduce. Estos datos se van a entregar al mejor postor, e incluso se pueden usar con fines de vigilancia. Narseo Vallina pone un ejemplo que puede ser inquietante:

Te instalas una aplicación de citas, que te permite el ataque al WiFi. Luego te conectas al punto de ataque WiFi de algún lugar y a la vez tu aplicación de citas escanea Bluetooth cercanos. Así ya saben quién es tu cita y dónde estás

De esta forma, cuando nos llegue un anuncio que parece que nos ha enterado la mente, no pienses en que te está escuchando un señor al otro flanco del micrófono. La respuesta está en el permiso para usar el Bluetooth que casi siempre concedemos sin darle viejo importancia. Poco que pronto podría terminar cambiando.

Imágenes | Brett Jordan NordWood Themes

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