
ARTDEPARTMENT

Cuando un ingeniero con la trayectoria de Calvin French-Owen, cofundador de la startup Segment decide marcharse OpenAI, muchos podrían pensar en muchas polémicas internas. Pero tras relatar su experiencia trabajando en esta gran compañía de inteligencia industrial, ha dejado claro que no hubo ningún 'drama'.
En una interesante publicación en su blog, este ingeniero, que trabajó durante un año en el expansión de Codex (el agente de codificación que compite con herramientas como Cluade Code de Anthropic), ha desvelado cómo es en realidad la civilización de trabajo en una de las compañías más importantes de la contemporaneidad. Y aunque algunas cosas pueden ser predecibles, otras son muy sorprendentes.
Según French-Owen, OpenAI pasó de 1.000 a 3.000 empleados en el año que estuvo allí. Un crecimiento tan meteórico tiene consecuencias directas y, como era de esperar, genera caos. Lo relata de esta forma:
Todo se rompe cuando escalas tan rápido: la comunicación como empresa, las estructuras jerárquicas, cómo editar productos, cómo diligenciar y organizar a la clan, los procesos de contratación, etc
Este caos se materializa en diferentes aspectos de la empresa a luceros de este desarrollador. Y es que a pesar de su tamaño, la empresa mantiene una estructura ágil donde los empleados tienen autonomía para efectuar. Pero el problema que ve es que muchos equipos acaban trabajando en lo mismo.


Calidad de código desigual. Este es otro problema que se deja ver en las entrañas de OpenAI. La razón es muy sencilla: en la plantilla hay una mezcla de veteranos del sector con 'novatos' que casi nada tienen experiencia. Esto, combinado con la flexibilidad de Python, ha convertido el repositorio de código en "una especie de vertedero". Esto puede hacer que las cosas se puedan romper con frecuencia.
A pesar de su valoración y tamaño, OpenAI parece no ser consciente de que ya es un titán. La civilización interna se asemeja mucho a la de los primeros primaveras de Facebook con su enunciado "muévete rápido y rompe cosas". De hecho, la compañía está llena de antiguos empleados de Meta y funcionan casi enteramente por Slack. Como una compañía pequeña.
French-Owen pone como ejemplo el extensión de Codex. Un equipo pequeño (ocho ingenieros, cuatro investigadores, dos diseñadores, personal de marketing y un product manager) construyó y lanzó el producto desde cero en solo siete semanas, sin casi nada tenderse.

"Nunca he trillado un producto conseguir una prohijamiento tan inmediata simplemente por aparecer en una mostrador adjunto izquierda, pero ese es el poder de ChatGPT" ha detallado de forma sorpresiva al ver cómo la clan comenzó a usarlo tras su extensión.
Ser el centro de la atención mundial tiene un precio. OpenAI vive en una 'pecera' bajo el recuento constante del conocido, los consumidores y además los gobiernos como el de Estados Unidos. Esto ha fomentado una civilización interna de secretismo que tiene como objetivo evitar que carencia de lo que se esté trabajando en ese momento se filtre. O al menos tratar de controlarlo.
Sin requisa, esta coraza tiene una curiosa puerta trasera: X. La compañía está extremadamente atenta a lo que ocurre en la red social. Si una publicación se vuelve virulento, el equipo de OpenAI lo verá, y posiblemente, actuará en consecuencia. French-Owen no dudó en compartir una broma que le hizo un amigo:
"Un amigo bromeó: 'esta compañía funciona a colchoneta de vibes de Twitter'"
Quizás la revelación más importante de French-Owen es la que combate la percepción de que a OpenIA no le preocupa la seguridad tanto como debería. Mientras que muchos críticos y ex-empleados se centran en los riesgos teóricos para la humanidad, el ingeniero asegura que internamente el foco está en la seguridad habilidad y tangible:
"Se presta mucha más atención a problemas prácticos como el discurso de odio, el despotismo, la manipulación de sesgos políticos, la creación de armas biológicas, las autolesiones o la inyección de prompts"
Aunque lógicamente los riesgos a espacioso plazo están además cubiertos por un equipo dedicado. Pero la verdad es que muchas personas piden muchas cosas a diario a ChatGPT, desde consejos médicos hasta terapia psicológica. Y esto es un gran problema.
Imágenes | Jonathan Kemper Jonathan Kemper
En Genbeta | Si quieres usar lo extremo en IA, tener una VPN se ha vuelto obligatorio. Y carencia apunta a que cambie pronto
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!